martes, 23 de abril de 2019

ANTONIO DERKA / SEXTO / ÉTICA Y VALORES

Leer el texto y luego responder sinceramente a las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo te has sentido durante estos días estando todo el tiempo en casa?
2. ¿Extrañas asistir al colegio?
3. ¿Has ayudado en casa con los oficios domésticos?
4. ¿Han realizado juegos o actividades de entretenimiento familiar? ¿Cuáles?
5. ¿Cuáles normas han surgido en el país, la ciudad, el colegio y en tu hogar debido a la propagación del COVID-19?
6. Tómate una fotografía donde estés sosteniendo una hoja que diga: "Yo me cuido y por eso estudio desde mi casa".

Coronavirus:Ideas para compartir las tareas del hogar en familia en la cuarentena
El cierre de escuelas y centros de día y cuidados y el confinamiento en los hogares hace que en muchos casos haya que compatibilizar el teletrabajo con los cuidados de niños y niñas o de mayores y dependientes. En ocasiones esto hace que la conciliación de la vida laboral y familiar se tenga que realizar en casa y la corresponsabilidad deba extenderse a toda la familia para evitar la sobrecarga sobre unos pocos. "Estos días, las familias conviven mucho más de lo habitual y se pueden centrar en cosas para las que normalmente no hay tiempo", afirma la socióloga Marina Subirats, que recomienda aprovechar la cuarentena para implicar a hijos e hijas por igual en las tareas comunes.
Propuestas:
1- Dar ejemplo: si el reparto de las tareas y cuidados es igualitario en la pareja, será más fácil que niños y niñas crezcan asumiendo que las tareas se deben realizar sin diferenciasMarian Moreno Llaneza, experta en coeducación y profesora de secundaria lo explica: "El ejemplo es lo fundamental tanto en casa como en las escuelas. De nada sirven las palabras si no las acompañan los actos".
2- Igual las niñas que los niños: los hijos -tanto las chicas como los chicos- cada vez hacen menos cosas en casa. "Está cambiando el concepto de que a las niñas y los niños hay que pedirles cosas diferentes, pero se puede caer en el riesgo de que no se le pida lavar los platos a la niña... y tampoco al niño".
3- Aumentar la empatía: es la receta más repetida y se puede llevar a cabo de forma sencilla aprovechando estos días. La familia al completo puede hacer una lista con todas las cosas que hay que hacer en la casa y quién las realiza normalmente. El segundo paso sería reflexionar sobre si ese reparto de las tareas es justo y que cada miembro de la familia se pregunte: ¿qué más puedo hacer yo? de cara a realizar un reparto más equitativo entre todos. Suele ser práctico realizar una tabla de tareas que incluya a mayores y pequeños.
4.- Una oportunidad para aprender: ¿y lo que no se sabe hacer? "Los largos días dentro de casa son una oportunidad para aprender poco a poco a realizar tareas que nunca se habían hecho, primero con supervisión y después de forma autónoma. Para los adolescentes, por ejemplo, es fundamental aprender a realizar tareas básicas que les serán muy útiles también más adelante, cuando se independicen o convivan con otras personas".
5.- Cambiar los papeles habituales: si en una familia cada cual tiene un papel tradicional asignado, cambiarlo es fundamental y puede resultar muy divertido. Si en la casa es la madre la que suele decidir qué se come y se encarga de cocinar, ahora puede ser un buen momento para que sea el padre quien tome esa decisión y prepare la comida enseñando, por ejemplo, a los hijos a hacer una ensalada bien compensada. Y no hay que olvidar el cuidado y la atención a las personas mayores. También es una oportunidad para que los nietos devuelvan a abuelas y abuelos todo el cariño y cuidados que les dan normalmente, se hagan cargo de llamarles por teléfono o -si conviven en el mismo hogar- realicen actividades con ellos como jugar a las cartas o leerles en voz alta.

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