martes, 23 de abril de 2019

ANTONIO DERKA / SEXTO / EDUCACIÓN RELIGIOSA

Solucionar el siguiente crucigrama relacionado con el origen del ser humano tanto desde la teoría evolutiva como creacionista:

PISTAS:
1. Teoría bíblica del origen del hombre.
2. El primer hombre según la Biblia.
3. El último homínido de la evolución (que significa hombre sabio o que piensa)
4. Teoría científica del origen del hombre.
5. Nombre del proceso evolutivo de transformación de primates a seres humanos.
6. El creador de todo según la Biblia.
7. La creó Dios el primer día.
8. La principal cualidad que distingue a los hombres de los animales.
9. La primera mujer según la Biblia.
10. Antecesores tanto de los seres humanos como de los monos según la teoría evolutiva.
11. Principal descubrimiento y elemento que es capaz de dominar el homo erectus.
12. Según la Biblia, Dios creó todo en una...

ANTONIO DERKA / SEXTO / ÉTICA Y VALORES

Leer el texto y luego responder sinceramente a las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo te has sentido durante estos días estando todo el tiempo en casa?
2. ¿Extrañas asistir al colegio?
3. ¿Has ayudado en casa con los oficios domésticos?
4. ¿Han realizado juegos o actividades de entretenimiento familiar? ¿Cuáles?
5. ¿Cuáles normas han surgido en el país, la ciudad, el colegio y en tu hogar debido a la propagación del COVID-19?
6. Tómate una fotografía donde estés sosteniendo una hoja que diga: "Yo me cuido y por eso estudio desde mi casa".

Coronavirus:Ideas para compartir las tareas del hogar en familia en la cuarentena
El cierre de escuelas y centros de día y cuidados y el confinamiento en los hogares hace que en muchos casos haya que compatibilizar el teletrabajo con los cuidados de niños y niñas o de mayores y dependientes. En ocasiones esto hace que la conciliación de la vida laboral y familiar se tenga que realizar en casa y la corresponsabilidad deba extenderse a toda la familia para evitar la sobrecarga sobre unos pocos. "Estos días, las familias conviven mucho más de lo habitual y se pueden centrar en cosas para las que normalmente no hay tiempo", afirma la socióloga Marina Subirats, que recomienda aprovechar la cuarentena para implicar a hijos e hijas por igual en las tareas comunes.
Propuestas:
1- Dar ejemplo: si el reparto de las tareas y cuidados es igualitario en la pareja, será más fácil que niños y niñas crezcan asumiendo que las tareas se deben realizar sin diferenciasMarian Moreno Llaneza, experta en coeducación y profesora de secundaria lo explica: "El ejemplo es lo fundamental tanto en casa como en las escuelas. De nada sirven las palabras si no las acompañan los actos".
2- Igual las niñas que los niños: los hijos -tanto las chicas como los chicos- cada vez hacen menos cosas en casa. "Está cambiando el concepto de que a las niñas y los niños hay que pedirles cosas diferentes, pero se puede caer en el riesgo de que no se le pida lavar los platos a la niña... y tampoco al niño".
3- Aumentar la empatía: es la receta más repetida y se puede llevar a cabo de forma sencilla aprovechando estos días. La familia al completo puede hacer una lista con todas las cosas que hay que hacer en la casa y quién las realiza normalmente. El segundo paso sería reflexionar sobre si ese reparto de las tareas es justo y que cada miembro de la familia se pregunte: ¿qué más puedo hacer yo? de cara a realizar un reparto más equitativo entre todos. Suele ser práctico realizar una tabla de tareas que incluya a mayores y pequeños.
4.- Una oportunidad para aprender: ¿y lo que no se sabe hacer? "Los largos días dentro de casa son una oportunidad para aprender poco a poco a realizar tareas que nunca se habían hecho, primero con supervisión y después de forma autónoma. Para los adolescentes, por ejemplo, es fundamental aprender a realizar tareas básicas que les serán muy útiles también más adelante, cuando se independicen o convivan con otras personas".
5.- Cambiar los papeles habituales: si en una familia cada cual tiene un papel tradicional asignado, cambiarlo es fundamental y puede resultar muy divertido. Si en la casa es la madre la que suele decidir qué se come y se encarga de cocinar, ahora puede ser un buen momento para que sea el padre quien tome esa decisión y prepare la comida enseñando, por ejemplo, a los hijos a hacer una ensalada bien compensada. Y no hay que olvidar el cuidado y la atención a las personas mayores. También es una oportunidad para que los nietos devuelvan a abuelas y abuelos todo el cariño y cuidados que les dan normalmente, se hagan cargo de llamarles por teléfono o -si conviven en el mismo hogar- realicen actividades con ellos como jugar a las cartas o leerles en voz alta.

ANTONIO DERKA / SÉPTIMO / EDUCACIÓN RELIGIOSA - ÉTICA Y VALORES

Leer el texto y luego responder sinceramente a las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo te has sentido durante estos días estando todo el tiempo en casa?
2. ¿Extrañas asistir al colegio?
3. ¿Cómo ha sido tu relación en estos días con tu familia: armónica o conflictiva? (Explica)
4. ¿Has ayudado en casa con los oficios domésticos?
5. ¿Han realizado juegos o actividades de entretenimiento familiar? ¿Cuáles?
6. Toma una fotografía familiar del modo más casual posible y donde tú estés sosteniendo una hoja con la fecha en la que la tomas.

Coronavirus:Ideas para compartir las tareas del hogar en familia en la cuarentena
El cierre de escuelas y centros de día y cuidados y el confinamiento en los hogares hace que en muchos casos haya que compatibilizar el teletrabajo con los cuidados de niños y niñas o de mayores y dependientes. En ocasiones esto hace que la conciliación de la vida laboral y familiar se tenga que realizar en casa y la corresponsabilidad deba extenderse a toda la familia para evitar la sobrecarga sobre unos pocos. "Estos días, las familias conviven mucho más de lo habitual y se pueden centrar en cosas para las que normalmente no hay tiempo", afirma la socióloga Marina Subirats, que recomienda aprovechar la cuarentena para implicar a hijos e hijas por igual en las tareas comunes.
Propuestas:
1- Dar ejemplo: si el reparto de las tareas y cuidados es igualitario en la pareja, será más fácil que niños y niñas crezcan asumiendo que las tareas se deben realizar sin diferenciasMarian Moreno Llaneza, experta en coeducación y profesora de secundaria lo explica: "El ejemplo es lo fundamental tanto en casa como en las escuelas. De nada sirven las palabras si no las acompañan los actos".
2- Igual las niñas que los niños: los hijos -tanto las chicas como los chicos- cada vez hacen menos cosas en casa. "Está cambiando el concepto de que a las niñas y los niños hay que pedirles cosas diferentes, pero se puede caer en el riesgo de que no se le pida lavar los platos a la niña... y tampoco al niño".
3- Aumentar la empatía: es la receta más repetida y se puede llevar a cabo de forma sencilla aprovechando estos días. La familia al completo puede hacer una lista con todas las cosas que hay que hacer en la casa y quién las realiza normalmente. El segundo paso sería reflexionar sobre si ese reparto de las tareas es justo y que cada miembro de la familia se pregunte: ¿qué más puedo hacer yo? de cara a realizar un reparto más equitativo entre todos. Suele ser práctico realizar una tabla de tareas que incluya a mayores y pequeños.
4.- Una oportunidad para aprender: ¿y lo que no se sabe hacer? "Los largos días dentro de casa son una oportunidad para aprender poco a poco a realizar tareas que nunca se habían hecho, primero con supervisión y después de forma autónoma. Para los adolescentes, por ejemplo, es fundamental aprender a realizar tareas básicas que les serán muy útiles también más adelante, cuando se independicen o convivan con otras personas".
5.- Cambiar los papeles habituales: si en una familia cada cual tiene un papel tradicional asignado, cambiarlo es fundamental y puede resultar muy divertido. Si en la casa es la madre la que suele decidir qué se come y se encarga de cocinar, ahora puede ser un buen momento para que sea el padre quien tome esa decisión y prepare la comida enseñando, por ejemplo, a los hijos a hacer una ensalada bien compensada. Y no hay que olvidar el cuidado y la atención a las personas mayores. También es una oportunidad para que los nietos devuelvan a abuelas y abuelos todo el cariño y cuidados que les dan normalmente, se hagan cargo de llamarles por teléfono o -si conviven en el mismo hogar- realicen actividades con ellos como jugar a las cartas o leerles en voz alta.

ANTONIO DERKA / OCTAVO / EDUCACIÓN RELIGIOSA

Teniendo en cuenta los diferentes tipos de comunidades y sus principales características, completar la siguiente tabla:
TIPO DE COMUNIDAD
¿QUIÉN PERTENECE A ESTA COMUNIDAD?
¿PERTENEZCO A ESTA COMUNIDAD?
Familiar


Educativa


Urbana


Rural


Gremial


Sindical


Científica


Política


Religiosa


LGTBI


ONG’s


En la segunda columna escribes el nombre de alguna persona conocida o famosa que pertenezca a cada tipo de comunidad, y en la tercera columna escribes SÍ o NO dependiendo de si haces parte o no de cada uno de los tipos de comunidades.

ANTONIO DERKA / NOVENO / EDUCACIÓN RELIGIOSA

Leer el texto y posteriormente responder a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué es la conciencia moral?
2. ¿El hombre nace bueno o malo moralmente?
3. ¿La moral es absoluta (permanece siempre igual) o relativa (cambia)?

LA MORAL Y LA CONCIENCIA MORAL

Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias. La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y como funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor. La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno (o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, o sea, de lo que hay que evitar).

El origen de la conciencia moral:
La consideración del origen de la conciencia moral puede ayudarnos a comprender mejor su naturaleza y su funcionamiento. Acerca de este tema también se han desarrollado distintas opiniones a lo largo de la historia.

  • En primer lugar, desde la creencia en lo sobrenatural, se ha considerado la conciencia moral como una expresión de la ley divina. En el ámbito cristiano medieval, por ejemplo, se consideraba que Dios ha dado la conciencia moral al ser humano para que pueda reconocer la ley natural, que es el desarrollo de la ley de Dios en este mundo. No vamos a discutir este tipo de opinión, ya que depende de la creencia previa en alguna realidad sobrenatural, lo cual queda fuera del ámbito de una discusión racional.


  • Por otra parte, desde posturas naturalistas, se ha defendido a veces que la conciencia moral es una capacidad innata de tipo racional que nos permite decidir sobre lo bueno y lo malo. Desde este tipo de posturas también se ha defendido que es innata, pero no racional, sino una especie de sensibilidad o de capacidad perceptiva para el bien y el mal.


  • Por último, desde distintos enfoques, se ha considerado que la conciencia moral se adquiere. Según estas teorías, la tomamos del entorno en que nos hemos desarrollado. Los valores dominantes en los distintos grupos sociales en que nos movemos afectan a nuestro modo de valorar las cosas y las acciones. A lo largo de nuestra vida, esta conciencia irá desarrollándose y variando, aunque lo fundamental de la misma se adquiere en la infancia y la adolescencia.